El Laboratorio de Alto Campo Magnético de Dresde alberga el banco de condensadores más grande del mundo. Una bestia que almacena cincuenta megajulios. Lo construyeron con una sola razón: crear campos magnéticos que alcanzan los cien teslas, fuerzas que no existen de forma natural en la Tierra.
Al accionar el interruptor, este monstruo descarga suficiente energía para detener un tren de cincuenta y ocho toneladas a ciento cincuenta kilómetros por hora. Muerto. En diez milisegundos.
Los científicos utilizan estos campos magnéticos extremos para estudiar cómo se comportan los materiales cuando la realidad se deforma: estudian metales, semiconductores y otras sustancias que revelan secretos cuánticos bajo una presión magnética masiva.
Los alemanes construyeron este banco de condensadores a medida. El tamaño no es lo importante. Se trata de la fuerza eléctrica bruta utilizada para llevar la física al límite: potencia científica pura.
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Hora de publicación: 29 de mayo de 2025